“Tú la acuarela, yo la lírica…y viceversa”
“Tú la acuarela, yo la lírica…y viceversa”
Aquí no sabemos de etiquetas, de fórmulas hechas...nos dejamos llevar por impulsos, la pasión de crear...lo que nos sale de dentro en un momento dado...
Lo que si nos identifica siempre son las ganas de contar historias.
Los que nos conocéis bien sabéis que ilustramos, pero que no sólo pintamos dibujos, si no que que también pintamos palabras...que narramos con cada obra. Cada ilustración procura llevar siempre un texto poético que lo complementa. Y si, somos los primeros en entender, y así lo hemos visto siempre, que para cada uno, una imagen puede tener un millón de interpretaciones, depende de los ojos que la observen, del corazón que la lea. Partiendo de esto, aún así, a nosotros nos gusta haceros partícipes, con los textos, de lo que vemos nosotros, de lo que sentimos detrás de cada dibujo...a través de las palabras. Incluimos nuestra versión para que la suméis a las vuestras, nunca para sustituirlas.
Nos encantaría poder alcanzar a ver lo que cada uno ve o siente en cada uno de ellos; algunos nos hacéis partícipes con emotivos comentarios....y eso es una sensación realmente gratificante, a veces sorprendente, pero sobretodo emocionante, y que siempre, siempre, os agradecemos inmensamente.
Pero... ¿por dónde empezamos? ...la pregunta que siempre nos hacen... ¿Dibujamos primero y luego le creamos el texto, o al revés?
La verdad es que es la historia la que marca el proceso creativo; a veces sale en forma de palabras primero, a partir de una frase aislada, de un sentimiento, de una reflexión...otras veces es una imagen que imaginamos que nos evoca un concepto, una pequeña historia...y le vamos dando forma...
...y ¿quien de los dos hace qué parte?
Pues eso es lo más divertido de todo...¡la lluvia de ideas! pero no tenemos papeles asignados; ya os decíamos que no somos partidarios de etiquetas...a veces empieza uno, continúa el otro, hablamos a la vez, nos atropellamos, no pisamos la palabra, nos peleamos por continuar lo que empieza el otro con una iluminación que viene de repente, nos entusiasmamos con ideas, reímos, compartimos silencios, meditamos, le damos vueltas, o fluyen ideas complementarias de manera casi mágica...
Al final la sinergia que nos une, nuestro punto fuerte, convierte cada creación, cada diseño, en parte de un momento mágico, sin hora, ni lugar fijo; donde se pone en juego esa energía tan entrañable que nos une, y que da resultados que tantas alegrías nos han dado...Todas las obras tienen mucho de nosotros, horas de aquelarres creativos muy divertidos.
Cada artista se ve influenciado por aquellos autores que admira, aquellas obras que le transmiten que le inspiran.
Nuestra lista de artistas es muy muy amplia, y de muchos campos...
Pero con esta entrada queremos hacer un homenaje especial a la poesía.
Cuando abrimos este blog nos comprometimos a compartir con vosotros todo tipo de contenido sin más ley ni patrón que que nos emocionase, que nos removiese...
Y pocas cosas remueven más que unas palabras ordenadas con la maestría de una de nuestras poetas más admiradas...Elvira Sastre.
El título que ilustra esta entrada hace ya un guiño a esta joven poetisa rebelde y clásica a la vez, que tanto necesitaba la literatura española...pues es en parte el título de una de sus primeras publicaciones, en la que, como nosotros mezcla dibujo y pintura junto con la ilustradora Adriana Moragues.
Su obra es claro ejemplo de cómo un poema puede ser una descarga eléctrica; juzgar por vosotros mismos...os dejamos con uno de nuestros favoritos...
Yo no quiero ser recuerdo.
A la mierda
el conformismo:
yo no quiero
ser recuerdo.
Quiero ser tu amor imposible,
tu dolor no correspondido,
tu musa más puta,
el nombre que escribas en todas las camas
que no sean la mía,
quien maldigas en tus insomnios
quien ames con esa rabia que solo da el odio.
Yo no quiero
que me digas que mueres por mí,
quiero hacerte vivir de amor,
sobre todo cuando llores,
que es cuando más viva eres.
Yo no quiero
que tu mundo se dé la vuelta
cada vez que yo me marche,
quiero que darte la espalda
solo signifique
libertad
para
tus
instintos
más
primarios.
Yo no quiero
quitarte las penas y condenarte,
quiero ser la única
de la que dependa
tu tristeza
porque esa sería
la manera más egoísta y valiente
de cuidar de ti.
Yo no quiero hacerte daño,
quiero llenar
tu cuerpo de heridas
para poder lamerte después,
y que no te cures
para que no te escueza.
Yo no quiero
dejar huella en tu vida,
quiero ser tu camino,
quiero que te pierdas,
que te salgas,
que te rebeles,
que vayas a contracorriente,
que no me elijas,
pero que siempre regreses a mí para encontrarte.
Yo no quiero prometerte,
quiero darte
sin compromisos ni pactos,
ponerte en la palma de la mano
el deseo que caiga de tu boca
sin espera,
ser tu aquí y ahora.
Yo no quiero
que me eches de menos,
quiero que me pienses tanto
que no sepas lo que es tenerme ausente.
Yo no quiero ser tuya
ni que tú seas mía,
quiero que pudiendo ser con cualquiera
nos resulte más fácil ser con nosotras.
Yo no quiero
quitarte el frío,
quiero darte motivos para que cuando lo tengas
pienses en mi cara
y se te llene el pelo de flores.
Yo no quiero
viernes por la noche,
quiero llenarte la semana entera de domingos
y que pienses que todos los días
son fiesta
y están de oferta para ti.
Yo no quiero
tener que estar a tu lado
para no faltarte,
quiero que cuando creas que no tienes nada
te dejes caer,
y notes mis manos en tu espalda
sujetando los precipicios que te acechen,
y te pongas de pie sobre los míos
para bailar de puntillas en el cementerio
y reírnos juntas de la muerte.
Yo no quiero
que me necesites,
quiero que cuentes conmigo
hasta el infinito
y que el más allá
una tu casa y la mía.
Yo no quiero
hacerte feliz,
quiero darte mis lágrimas
cuando quieras llorar
y hacerlo contigo,
regalarte un espejo
cuando pidas un motivo para sonreír,
adelantarme al estallido de tus carcajadas
cuando la risa invada tu pecho,
invadirlo yo
cuando la pena atore tus ojos.
Yo no quiero
que no me tengas miedo,
quiero amar a tus monstruos
para conseguir que ninguno
lleve mi nombre.
Yo no quiero
que sueñes conmigo,
quiero que me soples
y me cumplas.
Yo no quiero hacerte el amor,
quiero deshacerte el desamor.
Yo no quiero ser recuerdo,
mi amor,
quiero que me mires
y adivines el futuro.
Elvira Sastre. 2013